Alicatar los muros de la ducha con azulejos de color oscuro es una idea acertada en todo tipo de baños, pero especialmente en los que cuentan con pocos metros. Porque conseguimos que el baño parezca más grande visualmente. Al revestir una de las paredes del fondo –la de la ducha– y optar para los muros laterales por azulejos de colores claros (como blancos, arenas, cremas, beige o gris suave) se crea un efecto óptico que ensancha el espacio.

Con los colores Negro, gris grafito, azul marino…Además de conseguir un espacio visualmente más ancho, al revestir los muros de la ducha con estos colores también se consigue un estilo más moderno y elegante. Los colores oscuros armonizan tan bien con tonos en contrate y con maderas claras. Disponer los azulejos horizontalmente es otro recurso para conseguir que el baño parezca más ancho de lo que es en realidad.

Los azulejos oscuros en ambientes con paredes o elementos blancos, o de tonalidades neutras, logran un espacio de estilo atemporal, al tiempo que deparan un interesante contrastes cromáticos y se convierten en un magnífico telón de fondo.

 

Un color como el negro para revestir la ducha consigue un efecto misterioso, llamativo y elegante. El negro es perfecto si se busca un estilo minimalista, moderno o un estilo art decó o industrial. La intensidad del negro se puede suavizar usando madera en el bajolavabo, la encimera o el pavimento.

Crear áreas bien diferenciadas en el baño es una medida muy útil si no se cuenta con muchos metros cuadrados. Puede conseguirse combinando materiales o pintando o revistiendo los muros con colores que contrasten.

Artículo: www.houzz.es